Fragmento de la transcripción:
Y después, claro, llegan los dos monstruos, los dos gigantes: Jorge Luis Borges y Julio Cortázar. Dos autores muy reconocidos internacionalmente, y que pudimos estudiar a fondo en un grupo avanzado que tuvimos en Argentina Sin Filtros el año pasado. Los compañeros que participaron quedaron fascinados de poder descubrir y entender en grupo sus laberintos infinitos, y toda la simbología que tienen.
Pero ahora, ¿qué te puedo decir de Borges en tan poco tiempo? Es nuestro escritor más universal, el que rompió todos los moldes. Mezcló la filosofía con el cuento policial, la metafísica con las orillas de Buenos Aires, las bibliotecas infinitas con el coraje de los cuchilleros. Es paradójico: el más argentino y el más universal al mismo tiempo.
Quiero decir que la tarea del poeta es continua. No se trata de trabajar de tal hora, tal hora. Uno continuamente está recibiendo algo del mundo externo. Y todo eso tiene que ser transmutado y será eventualmente transmutado. Y en cualquier momento puede llegar esta revelación. Así que, este, el poeta no descansa. Está trabajando continuamente. Cuando sueña también. (Entrevista de Jorge Luis Borges)
La primera vez que leí a Borges fue «El Aleph», en la secundaria. Tuve profesoras muy grosas que supieron explicarnos el trasfondo de sus cuentos cuando teníamos solo 16 años. Me acuerdo que pensé: «No entiendo un carajo, ni una palabra», pero igual sentía que había algo ahí, algo que me llamaba. Con varias explicaciones, y después de leer los cuentos varias veces, fue imposible que no me gustara. Y cuentos como “El jardín de senderos que se bifurcan” o “Funes el Memorioso” son algunos de los tantos que ayudan a entenderse a uno mismo. Después obviamente los volví a leer, más de una vez. Es como un vino: mejora con el tiempo y con cada lectura descubrís algo nuevo.
Y Cortázar… ay, Cortázar. Mi amor platónico literario, te juro. Él inventó una literatura lúdica, como un juego donde el lector participa activamente. «Casa tomada» es el cuento perfecto para empezar con él: dos hermanos que viven en una casa antigua y sienten que algo (nunca sabés bien qué) les va ganando terreno, los va echando habitación por habitación. Lo podés leer como una simple historia de fantasmas o como una metáfora política sobre la invasión de las masas populares en los espacios de la elite. Esa es la magia de Cortázar: te da mil capas de lectura.
Si querés seguir charlar sobre todos estos temas interesantes de Argentina mientras practicás tu castellano en grupo,
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