#20 El Gaucho: The Cowboy of Argentina



Hola a todos y todas. ¿Sabés algo del gaucho, el mítico cowboy de Argentina? Si querés saber algo sobre su historia y cómo son los gauchos hoy en día, quedate por acá que ya te cuento todo.

 

Bienvenidos y bienvenidas a Argentalk, historias en español argentino. Me llamo Mariel y soy tu profe de español en este podcast. Si querés tener acceso a las transcripciones gratuitas del episodio, podés entrar a www.argentalk.com.

 

Hola, hola, gente linda, ¿cómo va todo? Yo muy bien, y recontra contenta de estar grabando un nuevo episodio de Argentalk. Esta vez te estoy hablando desde una nueva provincia, la provincia de Tucumán, y seguimos avanzando hacia el sur. ¿Llegaremos a la mítica Ushuaia? No sé si tan al sur, pero a la Patagonia seguro que sí. Pero bueno, me imagino que querés saber de qué se trata el episodio de hoy. Antes quería decirte que si tenés ganas de escribirme por alguna idea de un podcast o canal de YouTube, por favor, ¡hacelo! Yo siempre leo los comentarios que me hacen por email, Instagram, YouTube y también los comentarios en el blog de Argentalk.com. Tu opinión y tus comentarios en general son valiosísimos para mí, así que no seas tímido o tímida, y escribime. Lo mismo si querés mandar un mensaje de audio para que publique en el próximo episodio, podés hacerlo.

 

Bueno, ahora sí, estás con ganas de aprender un poquito de lunfardo, ¿no? Bueno, en esta ocasión no va a poder ser. Ya hablamos de tango, mate, dulce de leche, Messi, Maradona, el lunfardo… pero todavía nos falta una parte importante de todos estos clásicos argentinos: obvio, ¡el gaucho! Así que de él te voy a hablar hoy.

 

Pero ¿por dónde empiezo? El gaucho no es un personaje muy fácil de describir porque a lo largo de la historia fue cambiando su definición. Ya sé, empiezo por donde estuve a comienzos de este año. ¿Te acordás que yo soy de la provincia de Buenos Aires, y después estuve viajando por las provincias de la mesopotamia: o sea, Entre Ríos y Corrientes? Bueno, el gaucho era un personaje que vino de estas regiones, la Mesopotamia y la pampa, aunque en sí se fue trasladando por todo el país, y también estaba en Uruguay y el estado de Río Grande del Sur en Brasil. Incluso, a los habitantes de esa región los llaman «gauchos» (o gaúchos en portugués).

 

Y bueno, ¿cuál es el origen de la palabra gaucho? En las lenguas indígenas, en quechua en el norte y el mapudungun en el sur, «guacho» significa «ser huérfano», alguien sin un origen definido. Todavía hoy en día usamos la palabra «guacho» en nuestro habla cotidiano. Sos una mala persona, sos un guacho, sos una persona que no tiene consideración del otro. Y bueno, la palabra tardó en llegar en la época colonial. A la gente que se le decía «gaucho», antes se la llamaba de otras formas: peón, paisanos, mestizos, criollos americanos, domador criollo, vagos malentretenidos y foragidos.

 

Así que, ¿quiénes eran los gauchos? Mira, por ahí no tenés ni la más pálida idea pero el que ahora es uno de los símbolos más emblemáticos de la cultura argentina, en los años del colonialismo era perseguido. Se llamaba negativamente con este término a los «cuatreros», que eran personas que andaban afanando vacas y caballos sueltos en los campos para sobrevivir, alimentarse y traficar sus cueros, o sea, eran chorros. (por si no lo sabías, afanar significa robar y chorros son los delincuentes). Durante la colonia, los vecinos importantes de las ciudades también iban a cazar vacas sueltas en excursiones que llamaban vaquerías, pero nadie creía que eran chorros porque lo hacían con autorización.

 

Al principio, los gauchos eran grupos marginales, pero ahora cuando hablamos de gaucho nos imaginamos a un tipo valiente y con cierta mítica, algo así como un centauro (alguien mitad hombre, mitad caballo), como un jinete que andaba por la pampa, alguien más bien vago que no tenía necesidad ni interés de trabajar porque siempre podía apropiarse de una vaca y con eso comer, que tomaba mate todo el día, tocaba la guitarra, y cantaba. No le debía nada a nadie, podía escaparse, sumarse a los indígenas, y que de vez en cuando cuando necesitaba guita (o sea plata o dinero), podía laburar en una estancia para comprarse ginebra, yerba o tabaco. Y ya cuando terminaba su laburo, volvía a la economía de subsistencia. Lo opuesto al gaucho entonces sería la estancia y el terrateniente.

 

Totalmente diferente a las imágenes que se tienen del gaucho con piel blanca, el gaucho en realidad era mestizo y más bien moreno. Era una especie de forastero, un nómada que se movía buscando vacas y trabajaba de lo que encontraba. El gaucho sobrevivía con la caza del ganado salvaje que fue introducido por españoles y portugueses en las regiones de la pampa. Después vendían el cuero y consumían su carne asada a las brasas, el que hoy en día conocemos como asado a la cruz. Y en general, los gauchos no se casaban pero muchas veces los acompañaban mujeres que en general no lograban mantener una relación por mucho tiempo por su estilo de vida nómada. Estas mujeres tenían varios nombres: «guaina», «gaucha», «paisana» o «china».

 

Y bueno, una de las tradiciones gauchas que todavía existe en la cultura sudamericana es la bebida que tomaban en su tiempo libre, el ‘mate amargo’, que igual ustedes ya saben que esta tradición viene de los guaraníes, o si no lo saben pueden escuchar el episodio que hice sobre el mate. Así que, los gauchos se juntaban en ‘pulperías’, algo así como un almacén de venta de aguardiente, que es una bebida blanca. Entonces, acá en las pulperías, los gauchos podían conocer a otros gauchos, escuchar coplas y jugar a las cartas y los dados. Con respecto a su vestimenta tradicional, usaban ropa para protegerse del frío y que era práctica para cabalgar. Ellos sí sabían cómo tratar al caballo y cómo domarlo, y también sabían usar las “boleadoras”, que eran tres piedras atadas por una cuerda que, cuando las lanzaban, se enredaban en las patas de las vacas. Y además, usaban el cuchillo y el lazo.

 

Pero bueno, todo esto suena muy romántico pero la verdad que no fue tan así. Estos grupos sí existieron pero fue la minoría teniendo en cuenta la enorme cantidad de paisanos, pequeños y medianos productores rurales y campesinos pobres que trabajaban la tierra. Había muchos campesinos, por ejemplo, que producían trigo para hacer harina, y esos paisanos no eran los míticos jinetes que iban a caballo de aquí para allá. La verdad es que a la imagen del gaucho la crearon los visitantes europeos que daban más importancia a lo que les parecía exótico. Los campesinos no eran tan interesantes porque Europa ya tenía una buena cantidad de campesinos que vivían en el mismo lugar ya hacía muchas generaciones, pero cuando llegaron a Argentina, a las pampas, al litoral y vieron a una población que viajaba mucho, que migraba en épocas de trabajo duro para buscar laburo en agricultura y ganadería, que también domaba caballos, y marcaba el ganado, o sea las vacas. Entonces, los viajeros nombran con la palabra «gaucho» a esta población rebelde pero al final se usa este término para hablar de todos los campesinos, peones y jornaleros, o sea, todos los hombres pobres de campo. Después incluso se llega a usar la palabra para el estanciero, el hombre de guita porque todos se vestían de la misma forma: con poncho, camisa, bombachas, chiripá, faja, sombrero, botas y platería. Así que en sí llamaron al gaucho al habitante de la pampa típico. Muchos de estos viajeros eran dibujantes y pintaron sus trajes y costumbres, y así se volvió una imagen fácil de exportar, muy pintoresca para el extranjero.

 

Y, para explicarte un poco más, el verdadero gaucho, el gaucho más mítico que era un forastero, siempre fue muy perseguido, un personaje marginal que fue desapareciendo con las luchas que hubo con los terratenientes. El gaucho era libre y vivía de lo que encontraba para comer y antes de la llegada de leyes más estrictas y de la propiedad individual, era muy fácil para él encontrar un lugar donde armar su ranchito, que era como una casita más simple. y vivir allá mientras pudiera. Después lo que pasó fue que las leyes empezaron a ser más estrictas y los gauchos entonces empezaron a ser cada vez más chorros según ellas. De a poco, todas las vacas pasaron a ser de algún estanciero y todos los terrenos empezaron a tener dueño, y ese fue el fin para el gaucho.

 

Con el tiempo, en Argentina empezaron a llegar más extranjeros y ahí apareció la necesidad de que algo identificara al país y uniera también a esas poblaciones que iban llegando desde Europa, que no veían nada que identificara a Argentina como país. En esos años, apareció la literatura gauchesca: libros que contaban aventuras del gaucho y que en general se escribían con rima, lo mismo que pasaba con las payadas, un tipo de música en rima típica del campo argentino. En esos tiempos, el porteño José Hernández (acordate que porteño es el habitante de la ciudad de Buenos Aires). Entonces te decía, el porteño José Hernández empezó a publicar en formato de revista el libro de Martín Fierro, el que hoy en día vendría a ser como el Don Quijote argentino, uno de los libros más importantes de nuestra literatura. Así que escribió dos partes del libro: la ida del Martín Fierro y la vuelta del Martín Fierro. En la primera parte, cuenta la historia de un gaucho malo, que escapó de la justicia y cometió varios asesinatos cuando buscaba su libertad, y en la segunda parte, cuenta la vuelta del Martín Fierro, y acá ya se habla, digamos, de un gaucho bueno, el tipo de gaucho que sobrevive hasta el día de hoy, un gaucho fiel, solidario y que siempre cumple su palabra. Por ejemplo, con este gaucho, aparece la palabra «gauchada». Hacer una gauchada es como hacer un favor. Podemos decir: «Che, ¿me hacés una gauchada?». Así que, con el Martín Fierro y muchos otros libros de literatura gauchesca, la clase más alta empezó a comentar que los gauchos forman parte de la verdadera identidad argentina, y fue por eso que ellos y también los inmigrantes que fueron llegando a Argentina, tomaron la leyenda del gaucho como identidad nacional. Por eso es que no sabemos si el gaucho fue el que creó la ficción o si la ficción creó al gaucho.

 

Así que bueno, ahora me parece que ya sabés mucho más sobre quién es el mítico gaucho argentino. Cuando vengas a Argentina, no te olvides de visitar alguna estancia con bailes folclóricos, alguna celebración con destrezas gauchescas, o si no, también te recomiendo un pueblo que se llama San Antonio de Areco. Ahí tienen la casa de Ricardo Guiraldes, un escritor importantísimo de literatura gauchesca, también hay muchas pulperías conservadas como tiempos de antaño, platería con estilo gauchesco y muchas estancias con asado a la cruz y algunos espectáculos típicos.

 

Y bueno, espero que te haya gustado mi explicación sobre el gaucho. ¡Nos vemos en el próximo episodio!

Muchas gracias por escucharme. Estoy contenta de ayudarte y también inspirarte para seguir aprendiendo el castellano rioplatense. Podés encontrar la trascripción del episodio si entrás a Argentalk.com. Si te gusta este podcast, no te olvides de suscribirte y dejarme 5 estrellas en tu plataforma favorita. Chau, chau.