#25 Unraveling Argentina's Mysteries: 10 Culture Shocks Explored

 

Hola a todos y todas, ¿te venís a Argentina dentro de poco y te estás preguntando qué choques culturales podés tener? Gracias a la ayuda y opinión de algunos de ustedes, acá te traigo diez choques o diferencias culturales que podés tener en el país, para que te vayas preparando. Quedate ahí así podés descubrir cuáles son. Bienvenidos y bienvenidas a Argentalk: Historias en español argentino. Me llamo Mariel y soy tu profe de español en este podcast. Si querés tener acceso a las transcripciones gratuitas del episodio, podés entrar a argentalk.com.

 

¡Hola gente hermosa! Espero que estés muy pero muy bien. ¡Te doy la bienvenida a esta segunda temporada de Argentalk! Hace banda de tiempo que colgué el podcast pero ahora vamos con todo! Estuve metida en otros proyectos, entre ellos un viaje bastante largo de un año y medio por Asia, sobre todo el sudeste asiático. Me perdí por los bellos lugares y cultura de Turquía, India, Tailandia, Vietnam, Laos, Corea del Sur, Japón, Indonesia y Malasia. Como te imaginarás son culturas totalmente diferentes a la mía y eso significó que tuve que aprender sobre otras costumbres y tradiciones, vestirme de otra forma, comportarme de otra forma, aprender a comer con la mano, con palillos, caminar con vacas, acostumbrarme a olores y a sabores que no había probado nunca en mi vida, en fin, convivir con las diferencias. Por eso quise empezar esta nueva temporada de Argentalk con este episodio sobre las diferencias culturales cuando estamos de viaje o viviendo en otro país.

 

Algunas de estas diferencias pueden sorprendernos, fascinarnos, o generar rechazo. Pueden aparecer cuando la cultura en la que nos encontramos tiene una actitud que nos parece extraña o que alguien en nuestro país no tendría, un hábito distinto a la hora de comprar por ejemplo, o forma diferente de comer, otra percepción del peligro, sabores distintos, otras religiones, etc.

 

Con estas diferencias, también vamos explorando nuestra propia cultura y nos vamos descubriendo a nosotros mismos. Y muchas cosas que al principio rechazábamos, son cosas que después terminamos aceptando, y al final del viaje, ya no somos las mismas personas que cuando lo empezamos. Por eso, armé este episodio para contarte sobre 10 choques culturales que me parece que podés llegar a tener en Argentina. Claro que la diferencia cultural depende mucho del país del que seas, pero voy a hablar más o menos en términos generales. Yo creo que al principio, cuando llegamos a un país nuevo, todo nos sorprende, todo nos maravilla, pero esa es siempre la punta del iceberg, y si nos quedamos más tiempo, digamos, tipo un mes o más, empezamos a ver la parte del iceberg que está sumergida, o sea que está bajo agua, esas diferencias sutiles que pueden convertirse en choques.

 

Estuve hablando con algunos de ustedes por Instagram y también con algunos amigos extranjeros que anduvieron por Argentina así que este episodio se basa en las opiniones de todos ustedes. Mil gracias a los que contestaron: hice una selección entre seguidores de países como Estados Unidos, Países Bajos, Japón, Corea del Sur, Francia, Brasil y Australia. Acá van entonces 10 choques culturales que podés tener en Argentina. Ya sobre la marcha te voy a ir explicando algunas expresiones bien argentas.

 

El primer choque cultural del que vamos a charlar son los perros callejeros en los pueblos o ciudades chicas. Sí, tal cual, hay banda de perros por la calle, o sea son muchos, incluso más que gatos, que se acercan a mendigar en los restaurantes, o solo los encontrás por la calle. Lo que por ahí no sabías, es que muchos de ellos tienen dueños. Están un poco embolados, o sea, aburridos, así que salen a dar una vueltita solitos y después se vuelven a sus casas. La verdad que es algo que no vi en ningún otro país, y no te hagas la cabeza porque son re gambas, o sea, son amigables, y no te tiran un tarascón ni en pedo, o sea, no te van a morder bajo ninguna circunstancia, y no es común tampoco que vengan a ladrarte.


Como tienen dueños, en general tienen vacuna para la rabia, y si no tienen dueño, en general en los pueblos la gente los cuida. Pero qué sé yo, hablo de mi propia experiencia, obvio que podés tener la mala suerte de que alguno se ponga bravo y te quiera morder, pero bueno, ojalá que no te pase. Mirá, a mí me pasa justo al revés, cuando viajo a otros países, me pone muy mal que en muchas partes los maten en las perreras. ¡Pobrecitos!

 

El número 2 es la gente que pide plata en la calle, moneda corriente en las ciudades grandes, es muy común. En la calle, en el transporte público, en algunos restaurantes también puede pasar que haya gente pidiendo, y algunos también viven en la calle. Es un bajón pero es algo que pasa en la mayoría de las grandes ciudades de Sudamérica. Te cuento algo, hace algunos años estuve haciendo voluntariado en Buenos Aires y Santiago de Chile dándole una mano a la gente en situación de calle, y los motivos por los que terminan en esa situación son muchos pero varios de ellos, aunque no todos, piden plata para comprar alcohol o drogas.


Muchas veces les tiro unos pesos pero la verdad que prefiero comprarles comida o algo parecido, y a los nenes la verdad que prefiero no darles porque lamentablemente hay algunas mafias metidas, para eso prefiero donar a ONGs que puedan ayudarlos en serio. La diferencia social en el país cada vez es más grande, así que muchos de ellos posta que necesitan ayuda, lo necesitan en serio. Nada, contarte un poco el trasfondo. Hay un cuento que me gusta mucho que justamente habla sobre este tema, se llama El chico sucio y es de la escritora Mariana Enriquez.

 

Pero bueno, ahora vamos con la número 3. En Argentina, no pueden faltar las frases: “Tranqui” o “bajá un cambio”. Mirá, no creo que seamos los más panchos ni los menos productivos del mundo, pero sí es verdad que las cosas se hacen con calma y entre mate y mate al argentino le copa más charlar y dejarse llevar que hacer todo a los pedos, o sea, hacer todo rápido. Igual la cosa se divide entre las ciudades grandes y las más chicas, o los pueblos. O sea, sobre todo en CABA (como llamamos a la ciudad autónoma de Buenos Aires) la productividad suele ser más alta, la gente anda más a los pedos y persiguiendo el tráfico o el reloj, pero la verdad que incluso en ciudades como Córdoba o Rosario, todo es mucho más tranqui, y es por eso que el porteño (el que es de la ciudad de Buenos Aires) se ganó la fama de ser más impaciente y quejarse más cuando el servicio es malo.


Ya cruzando de Buenos Aires al conurbano todo cambia. Podés encontrar todo cerrado entre la 1 y las 4 de la tarde, o incluso si te vas más al interior, entre la 1 y las 6 de la tarde están todos torrando, o sea, están durmiendo o descansando. Después igual tranqui que hasta las 10 de la noche está todo abierto, y hasta medianoche no duerme nadie.


Otra costumbre que me parece que va de la mano, y que pasa incluso con los porteños, es la impuntualidad. ¿10 o 15 minutos tarde? Eso ni a palos es ser impuntual, es lo que todos esperan. Si arreglaste para juntarte a las 5, no llegues antes de las 5 y 10 porque ni no vas a estar esperando solo al pedo. Y hay gente que ya se pasa y llega 30 minutos más tarde, o incluso una hora más tarde si es un evento donde se sabe que va mucha gente. Y olvidate que alguien te pida perdón, menos si es tu amigo que ya conocés, porque se supone que ya sabés cómo es.

 

La número 4 es la infaltable… ¿De cuál estoy hablando? ¡Sí, de tomar mate! Y ya todo el mundo sabe esto, así que no voy a sorprender a nadie, pero sí a mucha gente le choca la manera en la que lo tomamos. Tenemos toda una ceremonia para prepararlo. Si estás con un grupo de amigos o familia compartiendo mates, todos vamos a tomar del mismo mate y de la misma bombilla, o sea, vamos a estar compartiendo gérmenes. Y ya vas a ver cuando vengas qué difícil es que un argentino no tenga un mate en la mano, es más, en algunas partes del país la gente hasta camina con el termo bajo el brazo y cebando mate, aunque obvio que los más fanas son nuestros vecinos los uruguayos.


¿Y si nos vamos de viaje? Siempre con el mate y el termo, y un poquito peligroso, pero también andamos tomando cuando manejamos el auto. Está tan dentro de la cultura que hasta hay negocios especiales para comprar mates y bombillas (che pero ya sabés, ¿no?: mate es la bebida y también es el recipiente que usamos para tomarlo). Bueno, te la paro acá. Si querés saber más, tengo un hermoso episodio dedicado 100% al mate.

 

Vamos con la número 5: ¡los kioscos!


¡Señor kioskero! Kioskero… (Señor Kioskero, de Intoxicados)


Sabés que cuando era chica, los kioscos vendían más que nada golosinas (o sea, caramelos, chicles (o sea, la goma de mascar), galletitas o alfajores), cigarrillos, encendedor y algún álbum de figuritas del momento. Los encontrabas en cada esquina y era para salir del paso nomás. Pero ahora, ya son algo más parecido a un convenience store de cualquier parte del mundo, y te sacan del apuro de prácticamente cualquier cosa que necesites, seguís encontrándolos en cada esquina y muchos en Buenos Aires están abiertos 24 horas. Así que ya sabés, si andás con hambre o hay algo que no sabés dónde comprar, te vas enseguida al kiosco. Por ahí te sirvan también para comprar un chip de celular o una Sube, la tarjeta de transporte, quién sabe.

 

Número 6… las filas son sagradas, sin excepciones, y si alguien quiere pasar al lado tuyo o enfrente, te va a pedir permiso primero. Es más, quedás como un garca si no lo hacés, garca es una persona a la que no le importan los otros, y si te querés colar en una fila, al menos en Buenos Aires, la gente te va a mandar a cagar por querer hacerte el vivo, por aprovecharte de la situación. Es re común hacer fila para tomar el bondi, para entrar a un restaurante, una heladería o un boliche. Yo personalmente las odio, así que salvo el bondi, si tengo que hacer fila en un restaurante, me voy a la mierda y elijo otro lugar. Che, usé la expresión “mandar a cagar” que es común cuando una persona se enoja con vos, y «me voy a la mierda» que uso cuando me voy a de un lugar en el que no quiero estar, pero ojito dónde la usás, que es más común entre amigos.

 

¿Qué onda? ¿Seguís ahí? Vamos con la número 7. El fútbol en Argentina es un tema serio. Si ya antes se respiraba fútbol en la calle, y se construían iglesias en honor a Maradona, ahora que ganamos nuestra tercera copa del mundo, no hay quién nos pare.


¡Gol! ¡Golazo! ¡Argentina, Di Maria!


Vas a encontrar propagandas de fútbol en la calle, murales, gente con tatuajes de Messi y algunas burlas a los perdedores también. Che pero sí tené cuidado con los barra brava, que son los hooligans argentinos. Mejor tratá de evitar los transportes públicos o las cercanías de canchas de fútbol cuando juegan los superclásicos: como Boca vs. River. Aunque si vas a un partido de esos, seguro que es un tremendo espectáculo. Te cuento una más del fanatismo con el fútbol, cuando murió Maradona estábamos en medio de la cuarentena por el COVID 19, y se acercaron 1 millón y medio de personas al Congreso para despedirlo, donde se celebró su velatorio.

 

Vamos con la número 8. Los argentinos somos muy cariñosos y saludamos con un beso en la mejilla o un abrazo, y en algunas provincias incluso dos besos, como en Misiones por ejemplo. Pero algo que a muchos extranjeros les resulta un choque cultural es que también se dan besos entre hombres. A Michael de Brasil esto le chocó mucho porque en ningún otro país de Sudamérica tienen esta costumbre cuando saludan. Aparte le sorprendió que seamos tan abiertos con gente desconocida en general. A mí me pasó justo lo contrario, en el Sudeste Asiático me chocó que la gente ni se toque al saludar, como que siento que están poniendo mucha distancia.


Siga el baile, siga el baile… con ardiente frenesí… (Siga el baile, los Auténticos Decadentes)


¡Siga el baile! Seguimos, seguimos que ya falta poco… el número 9. Otro aspecto que te puede sorprender es el sentido de solidaridad que tenemos en Argentina. La gente se ayuda y se respeta, sobre todo en el interior del país. Todos son muy gamba con los otros, y aunque somos bastante directos, sobre todo en Buenos Aires, tratamos de no lastimar al otro. Un ejemplo de solidaridad es que si en la calle alguien se cae, el reflejo es ir corriendo a ver cómo ayudar, en dos patadas vas a estar rodeado de gente. Ya que estamos te recomiendo que si estás en una situación complicada en la calle o querés denunciar alguna situación que no te gusta, no dudes en expresarlo, que alguien siempre te va a dar una mano.

 

El último, que bien podría haber sido el primero, es la pronunciación y las palabras que no vas a escuchar en otros países hispanohablantes. Más que nada es un choque cultural si ya hablás español y lo querés mejorar, como es el caso de ustedes. En Argentina, si estás buscando la “plaza de mayo”, nadie te va a entender, tenés que decir “plaza de mayo”, y también hay muchas expresiones y palabras que solo las usamos acá o a lo sumo también en Uruguay, como ya conté en otros episodios. También usamos el Vos, el lunfardo como le decimos al slang y tratamos a la gente con mucha informalidad, así que nada de usar el “usted” porque si no vamos a sentir que estás poniendo muchísima distancia. Bueno, pero eso vos ya lo sabés, o si no lo sabés, seguí escuchando los podcasts.

 

Bueno gente linda, gracias por escucharme hasta acá y por bancarme. Ya ahora volvimos con todo, así que quedate ahí del otro lado que se viene una seguidilla de episodios.

 

Si me estás siguiendo por Spotify, fijate que a veces voy a subir preguntas o encuestas, y si andás buscando clases individuales, te aviso que estoy con 3 lugares para estudiantes nuevos. Preguntá igual porque por ahí todavía me queda espacio en la agenda. ¡Vamos a charlar castellano juntos!

 

Te voy haciendo un spoiler y te cuento que el próximo episodio es sobre la historia de una maravilla natural en Argentina que seguramente vas a querer visitar. ¡Hasta la próxima!

Muchas gracias por escucharme. Estoy contenta de ayudarte y también inspirarte para seguir aprendiendo el castellano rioplatense. Podés encontrar la transcripción del episodio si entrás a argentalk.com. Si te gusta este podcast, no te olvides de suscribirte y dejarme 5 estrellas en tu plataforma favorita. ¡Chau, chau!