#15 Seven tricks to understand Castellano like a true Argentine

 

Bienvenidos y bienvenidas a Argentalk, Historias en Español Argentino. Me llamo Mariel y soy tu profe de español en este podcast. Si querés tener acceso a las transcripciones gratuitas del episodio, podés entrar a www.argentalk.com.

 

Buenas, buenas, ¿cómo andás? Espero que estés muy bien esta semana. Acá re contenta de seguir en Misiones. Ya el clima se puso más frío pero todavía tenemos días de 28 grados. No sé si te conté que Misiones es la provincia de las Cataratas de Iguazú. Yo estoy en un pueblito alemán que se llama Capioví (sí, el nombre es guaraní), pero igual estoy muy cerca de Iguazú, sólo a 3 horas en auto. Ya fui como 3 veces, así que esta vez prefiero visitar otros lugares menos conocidos.

 

Y bueno che, como siempre te digo, en Argentalk quiero ayudarte a aprender el español argentino en contexto a través de historias, y que vos te vayas empapando de a poco del idioma, las frases y el acento, pero esta vez te voy a ayudar un poquito más a sacarle la ficha a este regionalismo del español que a veces hasta parece otro idioma. Por si no tenés idea, sacarle la ficha a algo quiere decir entender bien algo, poder interpretarlo.

 

Hoy te voy a dar siete consejos para entender mejor el castellano si es la primera vez que venís a Argentina, querés entenderlo a distancia o si ya estás acá pero igual no cazás una. Che pero no te asustes, nosotros tenemos nuestra forma de hablar y nuestras expresiones locales, y te vamos a mirar un poco raro si venís con un acento de España o de México, pero eso no quiere decir que no vayamos a entenderte. Todo lo contrario, estos consejos son para que vos nos entiendas a nosotros.

 

Antes que nada, voy a arrancar explicándote que los porteños son los que vienen de la ciudad Autónoma de Buenos Aires y los bonaerenses serían los del Gran Buenos Aires alias Conurbano (por ejemplo, de donde vengo yo, que soy de la ciudad de Quilmes), y también de otras partes más alejadas de la provincia de Buenos Aires. 

 

En sí, voy a hablar principalmente del Castellano Rioplatense, que es el que se encuentra más cerca al Río de la Plata: básicamente porteños, bonaerenses, y también en otras partes del país tenés similitudes o diferencias con este acento. Igual los porteños y bonaerense somos culo inquieto (una forma vulgar de decir que nos movemos mucho), así que también vas a encontrarnos en varias partes del país con nuestro acento. De todas formas, voy a marcar un poco la diferencia así te das cuenta de qué cosas pueden ser diferentes en otras partes del país.

 

Lo primero que te voy a nombrar es el Yeísmo, que es esa manía que tenemos de pronunciar “sh” en todas las palabras que tengan “ll” o “y”. Esto es algo que se da principalmente en la provincia de Buenos Aires y en menor medida en otras partes de Argentina, pero hay muchísimas provincias que no tienen yeísmo.

 

Te voy a dar algunos ejemplos:

 

–  Yo me llamo Mariel.

–  Esta calle se llama Yrigoyen.

– En primavera, llueve mucho en Buenos Aires.

 

Como por ahí te diste cuenta, la pronunciación es parecida a la palabra “shopping” en inglés o “chave” en portugués. Y después, también pronunciamos mal algunas palabras o nombres en inglés. Por ejemplo, decimos “yin” en lugar de “jean”, y no entendemos que “yon” se pronuncia “John” y “yak” se pronuncia “Jack” porque no tenemos ese sonido.

 

Después le toca al Vos, que para escuchar en más detalle su historia, podés escuchar después el episodio 5 de este podcast. En Argentina somos bastante casuales para hablar, así que casi no usamos el “usted”, Decimos “tú” solamente en algunas partes del país, pero en su mayoría usamos “Vos” para hablar de la segunda persona singular.

 

En presente, decimos… ¿Venís vos? ¿Querés un mate? ¿Laburás acá?

O en el Imperativo decimos… Traé una cuchara. Pasame la bombilla. Dormí 8 horas cada día. Relajate un poco.

 

Algo importante también es que nos gusta mucho mandonear a la gente, especialmente a los porteños, así que no te sorprendas si la gente te habla usando el imperativo, y la verdad es que no te lo dice porque te quiere ofender. Es re común decirle especialmente a un amigo “Dame el termo” en lugar de decirle “¿Me podrás dar el termo?”.

 

En Argentina, tuvimos muchas inmigraciones, como te expliqué en el episodio 5, y con ellas apareció el lunfardo, como también pudiste aprender en la charla que tuve con Gustavo en el epiosodio 11. Entonces, llegaron muchas palabras de otros idiomas, como por ejemplo, del italiano, decimos palabras como “laburar”, “pibe” o “birra”.

“Ese pibe no labura un carajo, se la pasa chupando birra”, que quiere decir “ese muchacho no trabaja ni un poco, está todo el tiempo bebiendo cerveza”.

 

Otra característica del castellano, especialmente el Rioplatense, es que no usamos el Pretérito Perfecto, sólo el Pretérito Indefinido, y tampoco usamos el Futuro Imperfecto. Entonces, por ejemplo, en lugar de decir “Hoy he ganado la lotería” o “esta semana me he levantado a las 5 de la mañana”, decimos “hoy gané la lotería” o “esta semana me levanté a las 5 de la mañana”. Y para el futuro, decimos “el año que viene vamos a tener suerte” en lugar de decir “el año que viene tendremos suerte”.

 

Y una palabra que no puede falta en casi ninguna conversación es la palabra “Che”. Se supone que es una palabra macuche, una comunidad originaria que está en la Patagonia argentina y chilena, y significa “hombre”. Pero nosotros la usamos para llamar la atención de la gente o para comenzar o terminar casi cualquier frase…

Por ejemplo:

– Che, ¿me pasás la sal?

– Me encantó tu casa, che.

 

Lo usamos más con gente que ya conocemos bien, pero bueno, el argentino es muy confianzudo, así que algunos te lo van a decir a los dos segundos de conocerte.

 

Otra palabra que es parte de nuestro habla cotidiano, que vas a escuchar que decimos todos los días, es la palabra “Dale”. Sería como el “Vale” que dicen los españoles pero nosotros decimos “Dale”. La usamos para afirmar una situación. Por ejemplo…

 

– ¿Vamos al cine este viernes?

– Sí, dale.

 

O para insistir a alguien, como el “come on” en inglés:

 

– ¡Dale! Vení que se nos hace tarde.

 

Otra característica del castellano argentino es que los objetos de todos los días son diferentes. Esto sí que se mantiene igual en casi todo el país. En Argentina, decimos ananá, no piña porque “darle una piña” a alguien no es nada bueno porque significa pegarle a alguien, ser agresivo con alguien, así que creeme que no querés que te den una piña, mejor un ananá. Y tenemos otras verduras más que llamamos de manera diferente… decimos paltas, no aguacates y preferimos las frutillas porque las fresas no existen acá. Manejamos un “auto” en lugar de un coche, y metemos una “valija” en el “baúl” en lugar de meter una “maleta” en el “maletero”.

 

Y una palabra que posta que no te recomiendo usar en Argentina (y esto sí es igual en todo el país), es la palabra “coger” porque tiene una connotación sexual. Así que nada de coger metros, bicicletas o coger un café porque si no vas a tener a un argentino o argentina cagándose de risa en tu cara. Mejor decí “tomo el subte” que es el metro, “tomo el bondi” que es el autobús o “tomo un café” pero ahí ya es diferente porque el verbo tomar también significa “beber”.  Así que no decimos bebo un café, sino que decimos “tomo un café”.

 

Y la frutillita del postre, como le decimos a la mejor parte de algo que ya era bueno, es la palabra “boludo”, que se usa sobre todo en la región pampeana de Argentina. Esta es una palabra con la que tenemos que tener cuidado porque puede sonar muy vulgar en algunos casos, y más que nada la usamos entre familia o amigos muy cercanos. Yo ya casi que no la uso pero tengo que reconocer que la usé mucho en mi adolescencia. Te voy a dar algunos ejemplos así podés entender el contexto y cómo cambia el significado según el tono de voz que usemos.

 

– ¡Boluda, vení para acá, mirá esto!

 

Este es un ejemplo del uso de boludo para mostrar entusiasmo.

 

– ¡Pero vos sos un boludo! ¿no te das cuenta de lo que estás haciendo? 

– ¡Sos un tremendo boludo!

– ¡Vos sí sos un boludo importante!

 

En esos casos, sería una mala palabra, un insulto, muy parecido a la palabra “pelotudo”, que de hecho tiene más fuerza como insulto que la palabra boludo.

 

– Che, no te hagas la boluda, ¿eh?

 

Lo usamos cuando no queremos que una persona se haga la desentendida, como que no entiende la situación.

 

– Che, boludo, cuchame…

 

Esta es como una introducción informal a una charla. Como podés ver, usamos bastante “che, boludo”. Y acá también tenés que tener en cuenta que usamos la expresión “cuchame” para decir “escuchame”.

 

– Cuidado, boludo, no toques eso.

 

Ahí lo usamos para alertar a un amigo o familiar

 

– Esos flacos siempre están boludeando.

 

En este contexto, usamos el verbo “boludear” para decir que no están haciendo nada, sólo están pasando el rato.

 

Así que bueno, ¿qué decís? ¿Ya estás listo o lista para charlar a lo argentino?  Animate que te va a salir! Te juro que no te vamos a juzgar. Y bueno, si querés escribirme por Instagram o responderme los mails de las Newsletters, te espero por allá. Si no, nos vemos en el próximo episodio.

 

Muchas gracias por escucharme. Estoy contenta de ayudarte y también inspirarte para seguir aprendiendo el castellano rioplatense. Podés encontrar la trascripción del episodio si entrás a www.argentalk.com. Si te gusta este podcast, no te olvides de suscribirte y dejarme 5 estrellas en tu plataforma favorita. Chau, chau.